Atzilut, Briah y Yetzirah en el esquema del Árbol de la Vida
Dentro de la Kabbalah, el Árbol de la Vida se divide en cuatro
grandes mundos o planos de existencia, cada uno representando un nivel de
manifestación de la realidad. Estos mundos, de mayor a menor sutileza
espiritual, son: Atzilut (Emanación), Briah (Creación), Yetzirah
(Formación) y Assiah (Acción)
Atzilut (Emanación)
- Ubicación: Es
el nivel más alto, situado en la cima del Árbol de la Vida.
- Naturaleza: Representa
la raíz divina, la fuente de toda existencia, donde la realidad es pura
emanación espiritual sin forma ni diferenciación.
- Sefirot
asociadas: Keter, Jojmá y Binah (la triada superior).
- Significado: Es
el mundo donde reside la chispa divina y la consciencia de unidad con la
fuente. Se asocia con la experiencia de plenitud y felicidad profunda, más
allá de las palabras y formas.
- Correspondencia
simbólica: Raíz del árbol.
Briah (Creación)
- Ubicación: Es
el segundo nivel, justo debajo de Atzilut.
- Naturaleza: Aquí
comienza la diferenciación y la creación de la individualidad. Es el plano
donde la energía emanada se convierte en proyecto o diseño de lo que será
la forma.
- Sefirot
asociadas: Jesed, Gevurah y Tiferet.
- Significado: Relacionado
con la ética, el corazón y la construcción del “yo” interior. Es donde la
voluntad emanada se interioriza y medita en sí misma.
- Correspondencia
simbólica: Tronco o árbol.
Yetzirah (Formación)
- Ubicación: Es
el tercer nivel, por debajo de Briah.
- Naturaleza: Es
el mundo donde las ideas y diseños creados en Briah toman forma y se
estructuran. Aquí surgen las emociones, los sentimientos y la
personalidad.
- Sefirot
asociadas: Netzaj, Hod y Yesod.
- Significado: Es
el plano de la formación de la psique, donde se da la lucha entre
sentimientos y emociones, y se configura la personalidad y el temple.
- Correspondencia
simbólica: Rama del árbol.
En resumen, Atzilut es la raíz espiritual y
la fuente, Briah es el mundo de la creación y el diseño,
y Yetzirah es el plano donde todo toma forma y se estructura,
preparando el terreno para la manifestación física en Assiah. Estos tres mundos
representan niveles de realidad cada vez más concretos y diferenciados dentro
del esquema del Árbol de la Vida.
En Maljut nos manifestamos, pero estos mundos, se expresan en nuestra vida humana como bien veremos, no están en un lugar lejano, los expresamos de mayor o menor manera, por eso en el trabajo espiritual buscamos contactar con ellos voluntariamente, actuar en afinidad: emociones sentimientos y personalidad están apenitas arriba, en Netzaj, Hod y Yesod, y podemos trabajarlos en nuestra vida cotidiana trabajando en ellos, conocerte a ti mismo e irte forjando cada día como un ser capaz de cambiar, de elegir de distinta manera no solo por un patrón aprendido, no por automatismo, eso es ya un trabajo espiritual.
Veremos que entrenar la autoestima, construir el sentido de tu vida, es un trabajo espiritual. Aún siendo tan solo un libre pensador sin necesidad estricta de un credo religioso tu haces esto, eso se llama hacer trabajo espiritual.
¿Tu eres un trabajador espiritual?
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Apoyada con diferentes fuentes, consolidadas en Perplexity IA
Imagen https://www.instagram.com/p/C3U1CA-OT4L/